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4 tecnologías base de la transformación digital - Emptor

Como motor de cambio digital, la tecnología logra acelerar a las empresas que invierten en desarrollar sus modelos de negocio y propuestas de valor. Te contamos más acerca de ellas a continuación:

1. Social Media

Con el nacimiento de las redes sociales surgió un nuevo fenómeno en el que las empresas comenzaron a interactuar en tiempo real con los usuarios. Las marcas comenzaron a compartir diversos tipos de contenido que crearon engagement e involucramiento con sus audiencias. Los aciertos de compartir un lado más humano de las marcas y compartir momentos clave en la creación de los productos o servicios que sus usuarios apreciaron.

Marcas como Gatorade y Oreo crearon estrategias creativas que les permitieron mostrar momentos con sus consumidores, y esa creatividad pagó réditos importantes. Las redes sociales permiten interacciones en tiempo real y son una fuente de retroalimentación constante en la que los usuarios manifiestan sus puntos de vista, descontentos y felicitaciones.

Nace aquí la era de social listening, que permite tener un barómetro de la opinión de tus usuarios. Promotores y detractores forman parte de las comunidades que expresan sus opiniones y sentimientos en positivo, negativo y neutro. Herramientas como brand24 funcionan a la perfección para medir el sentimiento y las menciones de tu marca y/o keywords (palabras clave relevantes para tu empresa).

Un buen social listening permite realizar una estrategia de Net Promoter Score (NPS) que te ayuda a apalancar a tu marca y acercarse a los promotores. El NPS se calcula tomando el porcentaje de promotores y restando el porcentaje de detractores:

  • En una escala de 0 a 6: los usuarios que califican tu producto o servicio se catalogan como detractores.
  • Del 7 al 8: se les cataloga como pasivos.
  • Del 9 al 10: se les cataloga como promotores.

¿Cómo mejorar el NPS o Net Promoter Score?

  • Para los usuarios de 0 a 6: Conocer las causas que los llevan a ser detractores.
  • Para los pasivos de 7 a 8: Darles razones para promover la marca.
  • Para los de 9 a 10: Mantenerlos para que sigan hablando bien de la compañía e incentivarlos con planes de lealtad para que promuevan los productos o servicios.

2. Internet de las Cosas

En el sentido más amplio, se refiere a cualquier objeto o «cosa» que pueda conectarse de forma inalámbrica a Internet. Hoy, IoT generalmente se refiere a cosas que están conectadas y equipadas con sensores y otras tecnologías que les permiten transmitir y recibir datos, con el propósito de informar a los usuarios o automatizar una acción. Históricamente, la conectividad se ha logrado principalmente a través de Wi-Fi, mientras que 5G y otros tipos de plataformas de red ofrecen la promesa de administrar grandes conjuntos de datos en casi cualquier lugar, de manera rápida y confiable.

Esta definición de Internet de las Cosas establece el escenario de cómo podemos esperar que esta tecnología progrese en el futuro. A medida que más y más dispositivos estén habilitados para Internet, podrán comunicarse entre sí y compartir datos. Esto creará oportunidades para nuevos niveles de eficiencia y automatización en nuestros hogares, lugares de trabajo y más allá. Ya estamos viendo el Internet de las Cosas en acción con dispositivos domésticos inteligentes como termostatos y sistemas de seguridad, automóviles conectados, aplicaciones industriales y mucho más.

Las posibilidades son infinitas, pero también hay algunos desafíos que deben abordarse antes de que Internet de las Cosas pueda alcanzar su máximo potencial. Un gran desafío es garantizar que todos estos dispositivos estén protegidos contra ataques cibernéticos. Otro es asegurarse de que los datos recopilados por las cosas habilitadas para Internet se usen de manera responsable y respeten nuestra privacidad.

A medida que el Internet de las Cosas continúa evolucionando, es importante mantenerse informado sobre los últimos desarrollos. Esta tecnología tiene el potencial de cambiar nuestras vidas de maneras poderosas e imprevistas, por lo que debemos asegurarnos de estar preparados para ello.

3. Big Data

El Big Data se caracteriza por tres principales dimensiones: el volumen, la variedad y la velocidad. En cuanto al volumen, se trata de una cantidad enorme de datos que provienen de fuentes diversas, como las redes sociales, los dispositivos móviles o los sensores. La variedad hace referencia a diferentes fuentes de datos y a la gran cantidad de formatos en los que pueden presentarse. La velocidad es el ritmo acelerado al que se generan y circulan estos datos.

Para sacar el máximo provecho al Big Data, es necesario recurrir a la analítica avanzada. Se trata de una disciplina que permite extraer conclusiones valiosas sobre los datos, mediante técnicas como el aprendizaje automático o el análisis predictivo. De esta forma, se pueden obtener insights que ayuden a tomar decisiones de data lakes o lagos de datos.

Un data lake es un conjunto de datos sin organizar y sin una estructura o filtro, es un conjunto de datos en bruto, mientras que un data warehouse o almacén de datos es un depósito de datos estructurados y filtrados que han sido procesados con un fin y propósito concreto. El procesamiento de datos para una aplicación práctica en la experiencia del usuario beneficia a tu producto o servicio.

4. Inteligencia Artificial

La Inteligencia Artificial (IA) es un término que se ha acuñado desde hace décadas y cuyo significado ha ido cambiando a lo largo del tiempo. Según la Real Academia Española, inteligencia artificial es el «conjunto de tecnologías que permiten que las máquinas realicen actividades inteligentes», es decir, aquellas que imitan o exceden las capacidades cognitivas humanas. Aunque esta definición puede dar una idea general, lo cierto es que este término engloba una gran cantidad de tecnologías y subcampos, por lo que hoy en día resulta más complicado hablar de inteligencia artificial de forma general.

Entre las principales tecnologías y subcampos de inteligencia artificial podemos mencionar: la robótica, el aprendizaje automático, la inteligencia en el lenguaje natural y la visión por computadora. Cada área tiene sus propias aplicaciones y objetivos, pero todas ellas tienen en común el uso de algoritmos para realizar tareas que requieren inteligencia.

La inteligencia artificial es un campo de la informática que se dedica al estudio y desarrollo de sistemas inteligentes, es decir, aquellos que pueden imitar el comportamiento inteligente de los seres humanos. Esta imitación puede ser parcial o total, dependiendo de las tareas que el sistema inteligente está diseñado para realizar. Por ejemplo, un chatbot es un tipo de inteligencia artificial capaz de imitar el comportamiento humano en una conversación, pero no puede realizar otras actividades inteligentes, como conducir un coche.

El objetivo final de la inteligencia artificial es crear sistemas capaces de realizar tareas inteligentes de forma autónoma, es decir, sistemas que sean capaces de tomar decisiones por sí mismos sin necesidad de intervención humana. Esto es algo que aún no se ha logrado completamente, pero ya existen algunos sistemas inteligentes autónomos, como los robots domésticos o coches autónomos.

La inteligencia artificial es un campo de la informática en constante evolución, y cada día surgen nuevas aplicaciones para esta tecnología. Emptor, a través de inteligencia artificial, te ayuda a eficientar tus procesos de contratación, la verificación de identidad y validación de antecedentes. ¡Estamos para ayudar a tu empresa!

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