Definiendo el contexto general de la economía mundial post pandemia
Nadie sabe con certeza qué vendrá después en la economía, pero es una buena idea estar preparado para lo que pueda suceder. Ya sea que nos dirijamos a un cambio en el ciclo económico o a una tendencia inflacionaria continua, ahora es el momento para que las empresas tomen medidas e implementen la resiliencia empresarial que las preparará para el éxito en los años venideros.
En la era post pandemia después de dos años del COVID 19 y los confinamientos en diferentes oleadas alrededor del mundo han dejado una afectación a nivel empresarial sin precedentes.
Entramos a una desaceleración impulsada por el alza de los precios del gas y el diesel y la guerra de Rusia en Ucrania con conflictos geopolíticos, deudas e inflación pintan un panorama complicado.
El panorama requiere que las empresas tomen una posición proactiva frente a los desafíos de la macroeconomía es el momento de realizar movimientos clave que permitan que se desarrollen puntos de resiliencia:
Resiliencia financiera: Las empresas deben distribuir sus objetivos financieros en el corto, mediano y largo plazo.
Deben contar con una posición de capital sólida y suficiente que les permita sortear caídas de ingresos, enfrentar un aumento de costos o problemas de crédito.
Las empresas resilientes pueden y deben lograr márgenes superiores incrementando sus ingresos más que recortando sus costos
Resiliencia operativa:Las empresas resilientes mantienen la capacidad de producción que les permiten realizar un pivot para satisfacer los cambios en la demanda o mantenerse estables sin interrupciones operativas sin poner en riesgo la máxima calidad .
Resiliencia tecnológica: Las empresas que invierten en un tech stack sólido, seguro y flexible, mantienen y hacen uso de los datos de alta calidad, los interpretan para tomar decisiones y evitan tener sesgos ven un incremento en la calidad de sus productos o servicios y en su cadena de suministro.
Resiliencia organizacional: Pueden y deben atraer y desarrollar el mejor talento en áreas críticas para su crecimiento constante, protegen a posiciones clave.
Reclutan deliberadamente con la intención de tener una cultura organizacional de excelencia que trace un plan de crecimiento al interior de la estructura jerárquica.
Resiliencia reputacional: Alinean valores con acciones y palabras, desde los empleados, clientes, proveedores, inversionistas y la sociedad en general con responsabilidad social. La resiliencia empresarial exige misión y un propósito sólido que guíe las acciones, y sean congruentes en su consecución.
Resiliencia del modelo de negocio: Las organizaciones resilientes desarrollan modelos comerciales que pueden adaptarse a cambios radicales en la demanda de los clientes, el panorama competitivo, los cambios tecnológicos.
Una investigación de Mckinsey and company muestra que las acciones que toman las empresas ahora podrían significar la diferencia entre los líderes y los rezagados en términos globales en las empresas. Por lo tanto, es esencial que los líderes den los pasos correctos.
Las empresas se enfrentan a esta incertidumbre con diferentes niveles de preparación y salud. La mayoría cae en una de cuatro categorías:
Saludables y preparadas: estas empresas están en buena forma para salir adelante a una recesión económica, desarrollan resiliencia empresarial con balances sólidos y negocios diversos. También son proactivos, someten periódicamente a prueba sus planes y realizan los ajustes necesarios.
No preparadas pero saludables: estas empresas tienen finanzas sólidas, pero no han hecho el trabajo para identificar áreas de vulnerabilidad y desarrollar planes de contingencia. Como resultado, podrían ser tomados por sorpresa si la economía empeora.
Enfermo pero preparado: estas empresas ya están luchando, pero han tomado medidas para abordar sus debilidades. Es posible que no puedan evitar una recesión, pero pueden minimizar el daño asegurándose de que sus operaciones sean lo más eficaces y eficientes posible.
Enfermos y sin preparación: estas empresas se encuentran en la posición más vulnerable, con poco colchón financiero y sin planes para sortear una tormenta económica. Si llega una recesión, lucharán por sobrevivir.
Entonces, ¿cuál es la mejor manera de prepararse para una recesión económica y desarrollar resiliencia empresarial?
Aquí hay cuatro pasos que los líderes pueden tomar:
Revisar su modelo de negocio: en las buenas y en las malas, es importante revisar periódicamente su modelo de negocio para asegurarse de que sigue siendo relevante y efectivo. Esto es especialmente cierto en la economía actual, que cambia rápidamente, donde las nuevas tecnologías y tendencias pueden trastocar incluso a las empresas mejor establecidas.
Fortalecer su balance: Un balance sólido es esencial para navegar una recesión económica. Si no estás en posición de endeudarte, ahora es el momento de concentrarte en acumular reservas de efectivo.
Identificar áreas de vulnerabilidad: Todo negocio tiene puntos débiles y es importante identificarlos antes de que se conviertan en un problema. La prueba de estrés de sus planes puede ayudar a identificar problemas potenciales y desarrollar planes de contingencia.
Hacer de la eficiencia una prioridad: en una recesión, cada dólar, peso cuenta. Ahora es el momento de optimizar sus operaciones y asegurarse de ser lo más eficiente posible. Reducir costos sin sacrificar la calidad será esencial para navegar la tormenta.
Al tomar estos pasos ahora, puedes posicionar tu negocio para el éxito sin importar lo que la economía le presente.
Si bien nadie puede predecir el futuro, hay pasos que las empresas pueden tomar para prepararse para una recesión económica. Revisar su modelo de negocio, fortalecer su balance general, identificar áreas de vulnerabilidad y hacer de la eficiencia una prioridad son buenos lugares para comenzar. Al tomar estos pasos ahora, puede ayudar a garantizar que tu negocio esté listo para lo que sea que le depare el futuro.
