Definir objetivos SMART: cómo establecer metas y alcanzar el éxito - Emptor

Los objetivos son fundamentales para alcanzar el éxito. Sin metas claras, no sabes a dónde quieres llegar y es más difícil organizar tu camino. Por eso, definir metas SMART (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales) es una buena idea.

Con esta metodología podrás establecer metas realistas y aprovechar todos los beneficios que ofrecen: mayor claridad, un mejor enfoque y más motivación para lograr tus objetivos. ¿Quieres saber cómo definir metas SMART? Aquí te lo explicamos:

En Dónde Empezar

Comienza por pensar en todo tu trabajo y las áreas amplias de responsabilidad, básicamente los resultados de los que eres responsable.
Desarrolla una declaración de objetivos para cada área. Para obtener el alcance correcto, recuerda enfocarte en los resultados finales, no en las tareas.
Los objetivos deben ser lo suficientemente altos como para abarcar los resultados principales para los que es responsable cada área, pero lo suficientemente específicos y claros para que puedas medir el éxito.
Las metas deben ser responsabilidades laborales en curso y cualquier nuevo proyecto, asignación, prioridades o iniciativas que son específicas de este ciclo de desempeño.
Tener demasiados objetivos puede ser un indicador de que tus objetivos tienen un alcance demasiado bajo. Se centran más en las tareas que en los resultados finales.
Si parece que tus objetivos se están volviendo demasiado numerosos y orientados a tareas, puede ser útil considerar la combinación de varias declaraciones de objetivos en un área de resultados más amplio.

Definiendo Tu Meta

Al establecer una meta, sé específico sobre lo que quieres lograr. Piensa en esto como la declaración de la misión de tu objetivo. Esta no es una lista detallada de cómo vas a cumplir un objetivo, pero debes incluir una respuesta a las siguientes preguntas:

Quién: considera quién debe participar para lograr el objetivo (esto es especialmente importante cuando estás trabajando en un proyecto grupal).
Qué: Piensa exactamente en lo que estás tratando de lograr y sé muy detallado.
Cuándo: debes establecer un marco de tiempo.
Dónde: es posible que esta pregunta no siempre se aplique, especialmente si está estableciendo metas personales, pero si hay una ubicación o un evento relevante, identifícalo.
Por qué: ¿Cuál es la razón de la meta?

Además, debes tener completamente claro que debes incluir lo siguiente:

1. Especificidad

Cuanto más concreto y detallado sea tu objetivo, mejor.

¿Qué quieres lograr?
¿Por qué lo quieres lograr?
¿Para qué lo quieres lograr?
¿Qué equipos están involucrados?
¿Cuándo se debe conseguir?
¿A qué obstáculos se enfrentarán esos equipos?

De esta forma podrás centrarte y saber exactamente qué es lo que quieres conseguir.

2. Medibilidad

Un objetivo no sirve de mucho si no puedes medirlo.

Como dice la “M” en SMART, debe haber una fuente de información para medir o determinar si se ha logrado una meta.
La “M” es un indicador directo (o posiblemente indirecto) de cómo será el éxito de una meta en particular.
A veces, la medición es difícil y los gerentes y empleados deberán trabajar juntos para identificar las fuentes de datos y los métodos de recopilación más relevantes y factibles.
Los esfuerzos de recopilación de datos necesarios para medir una meta pueden incluirse en el plan de acción de esa meta.
Incluso si una fuente de medición perfecta y directa no es factible de inmediato para un objetivo dado, la discusión sobre el resultado final deseado (por qué este objetivo es importante) y cuáles son las opciones de medición (cómo podría ser el éxito) es una parte importante y valiosa de la planificación del desempeño.
Los métodos de medición pueden ser tanto cuantitativos (resultados de productividad, dinero ahorrado o ganado, etc.) como cualitativos (testimonios de clientes, encuestas, etc.).

Así que asegúrate de establecer metas cuantificables para poder controlar el progreso y saber si estás avanzando o no.

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3. Alcanzabilidad

Tus objetivos deben ser desafiantes pero, a la vez, realistas.

Define cómo lograr el objetivo.
Verifica si tienes las herramientas/habilidades necesarias.
Si no, considera lo que se necesitaría para alcanzarlos.

4. Relevancia

Tus objetivos deben estar en línea con los de tu empresa o proyecto. De esta forma podrás asegurarte de que tu esfuerzo va a tener un impacto real y significativo.

La relevancia se refiere a centrarse en algo que tiene sentido con los objetivos comerciales y de negocio más amplios. Por ejemplo, si el objetivo es lanzar un nuevo programa o servicio, debe ser algo que esté alineado con los objetivos generales de la empresa/departamento. Es posible que tu equipo pueda lanzar un nuevo programa, pero si la división no prioriza el lanzamiento de ese tipo de nuevos programas, entonces el objetivo no sería relevante.

5. Temporalidad

Es importante establecer plazos para tus objetivos. Así podrás crear un sentido de urgencia y evitar que se queden en una simple lista de cosas por hacer.

Cualquiera puede establecer objetivos, pero si carece de un momento realista, es probable que no tenga éxito. Es imperativo proporcionar una fecha objetivo para los entregables. Haz preguntas específicas sobre la fecha límite de la meta y lo que se puede lograr dentro de ese período de tiempo. Si el objetivo tardará tres meses en completarse, es útil definir lo que se debe lograr a la mitad del proceso. Proporcionar limitaciones de tiempo también crea un sentido de urgencia.

Recuerda que las metas SMART son una herramienta muy útil, pero no debes obsesionarte con ellas. Lo importante es que cuentes con metas claras y definidas para tu proyecto, de forma que puedas avanzar hacia el éxito.

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